martes, 13 de diciembre de 2011

Filosofía "sistémica" y un "libre" Pensador.


Filosofía Historicista, Filosofía Académica, Filosofía Antropológica, Filosofía de la Naturaleza, Filosofía Vivencial, Filosofía Científica, Filosofía Integral, Filosofía Holística…

Tal vez solo cabría un nombre sencillo y a la vez de vasto alcance. 

Para eso debería reformular mis estudios y convenir una interacción multidisciplinaria, a medida de mis capacidades y entusiasmo, - a distancia y con evaluaciones en tiempo oportunamente consensuados -, acorde con mis limitaciones humanas, y que no impidan, continuar aprehendiendo de la fascinante vida codidiana.

Tal que, si bien inherente a varias facetas del ser, inmanente per se a la naturaleza humana,  es de suyo de tan previsible curiosidad, como difícilmente sistematizada.

Pensador.

Sí, pensador, como todo hombre, pensante.

Y a la vez, sin peros, tal como es válida toda la Poesía, que son todas, muchas, y a la vez escasas aquellas que nos brindan con su lenguaje musical, unas palabras de trascendentes significados.

Que se constituyen en hitos perennes de la literatura universal.

O la plásticidad ondulatoria de una obra artesanal, que representa sin temor al tirón gravitacional de los agujeros negros, un habitat de colorida sonoridad.

Pintado como un centro blanco, una matriz genesial, adonde confluye, plateado, "el que llega", y desde donde nace, a la vez, dorado, el "para todos".

Así como el sol da la vida en la tierra, y nuestra estrella madraza super nova nos provee los elementos que nos conforman.

También subsiste el milagro de la transformación creativa en un orden ético y estético, de sobrias matemáticas universales y una belleza de proporciones astronómicas.


Es comprensible, si intuimos los alcances superlativos de nuestra mente, y empatizamos con la interacción de ideas en el todo armonioso de una conciencia universal.

Luego, procuramos adentrarnos en el intento de atisbar con la nueva tecnología en los mares del cosmos, tratando de recrear experimental y teóricamente con nuestra ciencia y facultades humanas, los fenómenos  que vislumbramos  en las fronteras de los espacios.

Claro está, es una búsqueda atractriz, peregrinando en el tiempo de nuestro propio camino que autoconstruimos con la información física develada en procura de alcanzar los misterios del universo.

Y si este fuera el designio Creacional, allanado está el devenir, hacia lo absoluto del conocimiento con el solo límite de nuestra propia imaginación.

En esos infinitos infinitesimales de nuestro entendimiento, esforzados hombres de las certezas relativas, tanto de las disciplinas científicas como en la mística de la fe, subiendo paso a paso cuidadosamente fundados, la montaña del saber.

Se sorprenderían tal vez, al llegar a la cima, encontrarse allí descansando, plegadas las alas de la intuición, al poeta genial.

O quizás también, apoyada a un lado la escalera de la abstracción del intelecto, arribó discerniendo en diversidad de peldaños, estímulos de dimensión fractal, el Pensador.

Todos impulsados por la fuerza invisible del Amor.

¿ Estaremos allí, a la altura de las criaturas espiritualmente semejantes, reflejando la mente de Dios ? 

s.e.u o. o m.i.     CiC - CrU, OFe. / gpPP.-

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