El Corazón de Cristina y nuestro aporte.

Estoy apreciando el programa 678 de la TV Pública un discurso que efectuó oportunamente Néstor Kirchner.

Decía, en sus palabras, que pasamos muchos años tolerando el avasallamiento de un grupo de actores que irrumpieron en el escenario del poder, y paulatinamente fueron socavando nuestra dignidad y honra, a la vez que se llenaban las alforjas de bienes mal habidos.

Así conformaron un Sistema de cosas que desvirtuaba el destino de grandeza de nuestra Argentina y sometían el resultado de nuestros mejores esfuerzos al capricho de su voluntad.

Era una alianza tácita de intereses espurios, conformada por ciertos representantes políticos corruptos, en connivencia con funcionarios del poder judicial, amanuenses funcionales de diferentes instituciones, empresarios allegados a la obra pública y privada, sindicalistas traidores, intelectuales y/o académicos falsarios.

Y, ciudadanos obsecuentes pretendiendo participar de las dádivas sobrantes, constituida por producidos de “cajas misteriosas” que todos intuían obtenidas en forma delictual, y solo algunos pocos se atrevían a denunciar…Al propio sistema de cosas ¡!...

Un mal endémico que nos postraba, a todos.

Hasta que llegó Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación, y no solo no abdicó ante ese poder arcano que aún hoy, disminuido, inficiona la Nación, sino que se comprometió ante el pueblo argentino que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada.

Y lo que dijo y prometió, lo cumplió con creces, hasta un esfuerzo tal que constituyó su tributo de vida en ofrenda al pueblo de su Patria.

Y se sigue concretando ahora en la continuidad del gobierno de Cristina y la consolidación del Proyecto Nacional y Popular.

Es probable que quienes disfrutan de las prebendas así conquistadas, los integrantes de ese perverso “sistema de cosas” de la República Argentina, ni se arrepientan ni intenten cambiar.

Solo cabe esperar que intenten solapadamente una nueva oportunidad, que sería, de ser posible, obviamente, un desgraciado retroceso para el bienestar general de la comunidad toda.

Así que, qué tal si nos pre – ocupamos para que se desbarate la impunidad de  estos poderes subyacentes  para curarnos en salud, y cuidarnos con coraje y bienaventuranza.

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Bienvenidos los probos Mandatarios, y la fuerza del Pueblo vibrante de sanos sentimientos

Debemos seguir participando, unidos en el bien mayor de nuestro propio destino común, militando en la obtención y defensa de nuestros derechos, para el Bien de Todos. 

Esa es una tarea cotidiana, en todos los ámbitos de nuestro accionar, con templanza, con fe, para cambiar definitivamente.

Nuestra amada Patria Argentina.

s.e.u o. o m. i. :         CiC - CrU, OFE. / gpPP.-