viernes, 25 de febrero de 2011

Cumpleaños 61°de Néstor

           Todo individuo es una combinación armónica de energías orgánicas, emotivas y mentales.

La fuerza de esa combinación sustancia el alma que anima cada cuerpo, en dinámica de crecimiento y cambio, esmerándose para construir realidades.

Todo ello distingue vivencialmente a cada persona. Única e irrepetible.

Néstor murió, y el cuerpo de ese ser extraordinario, vuelve al suelo que lo vio nacer, se hará polvo de estrellas, y regresará al seno del misterio creacional.

El impacto de su muerte carnal nos despabiló de las confusiones ruines; así, la potencia de la verdad que emana de la comprensión de su obra solidaria, es la fuerza que irradia  este tiempo, impregnando  nuestras propias almas.

Y de pronto surge espontánea y sinceramente la comunidad a la escena pública; chicos, mayores, ancianos, mujeres y varones, animados   por un común vínculo etéreo.

Constituyéndose entonces en miles, millones de ciudadanos participando, reconocidos y orientados a la definitiva reconstrucción de la nación argentina.

Es el espíritu de Néstor Kirchner, la entrega de sus dones y el legado de sus convicciones al que nos debemos con honor patriótico.

¿Ha muerto Néstor?   ¿Vive Néstor Kirchner?
                 
Vive el sueño eterno, cálido de sentimientos en el recuerdo de su pueblo argentino y  transita por la senda de la gloria americana.
     
            
                                                                                  cic.cru.ofe@gmail.com                                                                                                                              http://consultorariouruguay.blogspot.com


En “Concepguay”, al 25 de febrero de 2011. / gpPP.-  

Amor de Padres II


Engañoso:

                Eran esos meses en que avasallaba prepotente el supuesto mediático en que se auto victimizaban algunos “terratenientes mentales”.

La AM local convocaba a los niños para regalarles terneros overos. 

A la ingenuidad periodística respondió la funcionalidad docente, y la actuación maliciosa se conformó en un encuentro inocente de los niños con tan solo UN ternerito.

Que resultaba esquivo, pujando entre sí, muchos escolares, todos tratando de darle el biberón.  Al menos  durante ese efímero encuentro y prolongada frustración. 

Desconozco cuantas  capacidades poseen, aquellos, de amar a los suyos; ni cuantas facultades adquirieron para defender sus propios intereses. 

Pero los niños son también de la sociedad que  los forma y los respeta.  Hijos de la vida. Del país que queremos.

De ahí este título, engañoso engendro de ciudadanos padres para con los hijos de argentina.

En “Concepguay”, ER, al 12 de febrero de 2011. / gpPP.-

Amor de Padres I

El auténtico:

                Fue el jueves al anochecer; hacía un descanso en el local de un solícito vecino, sobre la peatonal; yo mismo cargaba a pulso y con gusto una hidrolavadora portátil recién adquirida con cómoda financiación.

Ingresa un matrimonio joven y un nene en brazos de su mamá. Y en brazos del niño un “osote”  grandote de cálido color al que se aferraba con el soporte de ella.  

Me entiendo con los niños; y bastaba con que sobresalieran sus ojitos que inquirían atención, para demandar presencia, admiración correspondida por su nueva mascota. 

Fahh… dije, es más grande que vos... Y más fuerte lo abrazaba.

Ahora el brillo de los ojos de los padres eran los que trasmitían la dicha que vivían.  Miradas plenas, confiadas,  intuyendo  semejanzas entre personas.

No sé si sabrían de mí, pero su actitud era digna, de oportunidades crecientes y de feliz arrobo filial.

Cualquier otro agregado estaría redundando lo que ya sabíamos:

Ciudadanos, pares, iguales, de  valores familiares sanos y sencillos; compartiendo y disfrutando la reconstrucción de una argentina nación.

En “Concepguay”, ER, al 12 de febrero de 2011. / gpPP.-

jueves, 24 de febrero de 2011

Forestales de ER - I

Luego de una variada experiencia en empresas de servicio propias o familiares, del ´87 al ´91, me constituí prácticamente en el Representante moral y operativo de una multinacional exportadora hasta que desperté cayendo desde la ilusión altruísta hasta la mentira de infame expoliación que se propiciaba desde diversos estadios, privados y públicos, particulares o institucionales. 

No teníamos arraigada entonces una cultura de trabajo y explotación de bosques. Los contratistas forestales, improvisados emprendedores, traían gente desde Santiago del Estero, de Misiones y del centro norte Entrerriano, en camiones a caja abierta o viejos colectivos. 

Fui  entonces fugaz mandadero con la sencilla  generosidad de nuestra idiosincrasia provinciana. Era una parte ínfima de una mayor y compleja actividad; el principio de lo que uno consideraba con orgullo una noble y necesaria iniciativa empresarial.

Recuerdo un grupo de la zona de Federal, Entre Ríos, transportados hasta un bosque de eucaliptus de unas cien hectáreas, adonde se afincaban en enramadas, protectores de plástico, etc…

Baño a yuyos y agua en bidones desde el pozo más cercano, que podría encontrarse a algunos pocos kilómetros. Ducha completa de tajamar o por las partes a paño embebido en agua del recipiente cuando no sólo húmedo de transpiración. 

Un señor de sombrero aludo, vestimenta a la usanza gaucha, piel curtida de intemperies y oscura de soles, escuchaba atentamente  mis comentarios acerca de combatir la hormiga - se comen los rebrotes y el futuro productivo -  antes de comenzar a cortar y amontonar las enramadas;  y de no abrir más de tres luchas por vez puesto que la cantidad de follaje acumulado harían complicada la consecuente tarea de pelado y corte a medida de los troncos.  

Continuaba mi creciente explicación, devenida en Patroncito, y me miraba sereno pero sin un solo gesto o palabra. 

Estaba preguntándome en silencio si entendía lo que decía, cuando de pronto, y sin mirarme lo veo con la vista al cielo, las manos juntas, elevadas, y agradeciéndole en murmurada voz a "...Diosito querido por habernos mandado a esta persona tan buena que nos enseña tanto para  trabajar…"

...y siguió, no sé hasta dónde él, ni como concluí yo la explicación, porqué quedé impactado de tan sorpresivo rezo entrerriano, y la emoción consecuente me permitíó guardar tan solo esos instantes en la memoria.

Quedó claro para mí una visión esencial, de gente transparente y diáfana de esperanzas, inteligentes para aprender con presteza, voluntariosos para realizar las tareas a destajo.-

En pleno aislamiento, a su suerte, a unos cuarenta Km. desde mis Oficinas en donde entonces, esforzada y orgullosamente  creía Representar a una empresa de pretendida actividad virtuosa, comencé a transportarles  fideos, arroz, carne con huesos, harina de maíz. 

Y al llegar, desde sus campamentos saludaban reconocidos y felices;  tenían trabajo y víveres, me invitaban a compartir sus guisos que incluían además, los cuises y probablemente otros bichos que cazaban a campo.

           ¡Carancho…! Como negarse a compartir ese sentimiento honroso sin provocar una devota desazón en el aprecio de ellos. 

Hasta lo filmé de buena fe. Para que se advirtiera el esfuerzo, sudor y lágrimas secas apechugando el dolor; nuestra gente apoyando emprendimientos, logros entrerrianos en la prodigalidad de nuestro propio suelo.

Y siempre estábamos “para arrancar”, para seguir en los inicios difíciles, desde ya antes de los fines de los ´80 y durante toda la década perversa; aprovechadores  de  la bonhomía de nuestra gente y la necesidad que disponía a más sacrificado aguante.

Lo único legítimo que se puede rescatar de todo esto, es la verdad de la capacidad de trabajo, de habilidad productiva, de ingenio para resolver problemas, de innovar en técnicas de estiba y transporte, de mejorar las herramientas tecnológicas existentes, de multiplicarse en tareas para dar cumplimiento a las pautas y tiempos formales de embarque y exportación.

Y todo ello lo hicieron aquí únicamente nuestros  hombres entrerrianos, y para  disimulado asombro de la eficiencia nuestra, los otros, foráneos o cipayos, se regodeaban de una efectividad mal entendida, cual era ganar dinero de cualquier forma. Depredadores insaciables. (Ver Forestales de ER -  II)

Bienvenidos sean estos nuevos y/o nuevas actitudes, de los buenos y valientes funcionarios del gobierno nacional y provincial, y que continúen profundizando investigaciones para determinar injusticias pasadas que ameriten Reparación.

Y a la vez avanzar en la comprensión de los modos inescrupulosos y conductas arteras, como para prevenir y sostener a futuro el Estado de justo derecho y Equidad social.

Contribuiremos así, en definitiva, a forjar una anhelada política de Estado. Entre Ríos entre todos, para todos.

Erigirnos nuevamente en protagonistas de estos nuevos tiempos para construir definitivamente una gran Nación Argentina