miércoles, 14 de agosto de 2013

Urquiza y Caseros, Rosas. La Confederación y Buenos Aires. Paraguay.

///...

(Juan Manuel de Rosas fué un poderoso caudillo nacional de un tiempo prolongado de absoluto liderazgo...Tuvo sus inmensas posibilidades de Organizar los Estados en una Nación Argentina, sin embargo, sostuvo una posición dilatoria que deparóel encono del interior federal, lo que hubo de propiciar, finalmente, una acción que le quitara el poder...

Lo hizo Urquiza, poderoso militar, empresario y estadista político, con ayuda de incipientes países hermanos en menor medida...

Y desde la cima del Poder, el general Urquiza, supo dar los pasos y tomar distancia cuando lo creyó conveniente, para que se constituyera la Nación Argentina...

Conservando sus quilates políticos, fortuna personal, (*) capacidad militar y prestigio en todo el ámbito del país tomó distancia del orden nacional...

(*): - editaré próximamente el detalle, origen y pruebas irrefutables de su patrimonio, formidable, tal vez una especie de capacidad innata y de condiciones adelantadas, salvando el tiempo, proporciones y tecnología, a los emprendimientos de un Bill Gates actual, al que todos alaban, con ciertas reservas tal como por lo común, siempre suscitan estas cuestiones materiales -

Al cabo, se recluyó gobernando su Entrerríos y representado una contención a los intereses porteños para que el tiempo y las buenas razones propiciaran el lazo de unión definitiva de la República...

         Entre una y otra perfomance, Rosas y Urquiza, con certeza ambas impregnadas de amor a la Patria, mediasin embargo una apreciable diferencia si consideramos para ello, lo que significa desde la cima del poder, oportunidad y posibilidades de ejercer dominación de acción y proyección de estadista...

No ha sido Urquiza un traidor, más bien, no estaban preparados muchos de los dirigentes de su tiempo para entender el alcance de sus miras...y así soliviantaron la opinión de sectores del pueblo para que un puñado de desvelados por imponer sus ideas lo traicionaran...

(tal como lo hacen actualmente con los ciudadanos ante un Gobierno valiente y transformador...)
..........

Caseros.

          Apenas entrado en Buenos Aires, Urquiza envió una misión a las provincias, para explicar sus intenciones de restablecer la vigencia del Pacto Federal y emprender la organización constitucional...

Bernardo de Irigoyen, cumplió eficazmente su cometido: las provincias delegaron en Urquiza el manejo de las relaciones exteriores y aceptaron el proyecto de organización nacional...

El 6 de abril, los representantes de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe firmaron el Protocolo de Palermo, que restablecía la vigencia del Pacto Federal, delegaba en Urquiza el manejo de las relaciones exteriores y le encargaba la reunión de un Congreso Constituyente...

Para agilizar la reunión del congreso constituyente y fundamentar legalmente su autoridad, Urquiza invitó a los gobernadores de todas las provincias a una reunión que se celebraría en San Nicolás de los Arroyos...

El 31 de mayo se firmó el Acuerdo de San Nicolás. El mismo establecía –entre otros puntos– la vigencia del Pacto Federal de 1831; la reunión de un congreso general constituyente en Santa Fe a partir de agosto de ese mismo año, integrado por dos diputados por cada provincia, los cuales actuarían sin instrucciones que restringieran sus poderes; y la creación del cargo de Director provisorio de la Confederación Argentina, que recayó en el general Urquiza, cuyas funciones no estaban claramente definidas...     

Crisis en Buenos Aires

       El Acuerdo fue ratificado por todas las provincias, con la única excepción de la de Buenos Aires. Allí, la Sala de Representantes, reunida el 1 de mayo y en la que los liberales tenían una amplia mayoría, rechazó el acuerdo argumentando que el poder otorgado a Urquiza era dictatorial...


El gobernador López y Planes presentó su renuncia, que le fue aceptada, y en su reemplazo fue nombrado el presidente de la Legislatura, general Manuel Guillermo Pinto, con carácter provisional. Pero Urquiza —que estaba todavía en Palermo— reaccionó con rapidez:

el 24 de junio ordenó a su ejército ocupar la capital, disolvió la Sala de Representantes, repuso en su puesto a López y ordenó la detención y destierro de varios opositores...

El 26 de julio, ante una nueva renuncia de López, Urquiza asumió personalmente el gobierno de Buenos Aires.

En su carácter de director provisorio de la Confederación, dispuso la convocatoria al Congreso Constituyente, prohibió la confiscación de bienes en toda la Nación, abolió la pena de muerte por delitos políticos y declaró que el producto de las aduanas exteriores era un ingreso de la Nación...

También reconoció a nombre de la Confederación la independencia del Paraguay – que nunca había sido reconocida por Rosas – por medio de un convenio....

A continuación declaró libre la navegación de los ríos por dos decretos de agosto y octubre de 1852.


En septiembre de 1852, Urquiza partió hacia Santa Fe para iniciar las sesiones del Congreso Constituyente, dejando como delegado al general José Miguel Galán...
 

4 comentarios:

  1. Fb de J.M.B. del 15-08-13

    Lo que "Pacho" O'Donnell (escribidor del diario inglés con nombre argentino, LA NACIÓN) opinaba en 2008 sobre la sanguinaria Guerra de la Triple Alianza.

    Una "joyita" que pinta de cuerpo entero a este siniestro personaje...

    #La guerra del Paraguay: precisar la historia#

    Martes 05 de febrero de 2008 - Por Pacho O´Donnell para LA NACION

    La Guerra del Paraguay (como la Conquista del Desierto de Roca) despierta pasiones que muchas veces transgreden los límites del rigor historiográfico, transformándose en un campo de liza entre mitristas y antimitristas, liberales y antiliberales, unitarios y federales.

    Trataremos de despejar, con la mayor objetividad reclamable, incógnitas de aquella conflagración, que se inscribe entre las más sangrientas de la historia mundial.

    Hacia 1862, y tras la enigmática batalla de Pavón, nuestro país buscaba su destino bajo las riendas de la triunfante provincia de Buenos Aires. Su líder, el general Bartolomé Mitre, tendría, ya con el cargo de presidente de la nueva nación -terminado el conflicto con la confederación provincial- la enorme responsabilidad de organizar una república.

    La tarea no era sencilla. En los "trece ranchos", como despectivamente algunos unitarios porteños, rebautizados liberales, denominaban a las provincias "bárbaras", las ideas del puerto eran vistas con desconfianza, dándose por sentado que la pregonada campaña "civilizatoria", sostenida en la acción del flamante ejército nacional, escondía intereses perjudiciales para las provincias.

    Está claro que el conflicto con Paraguay, contrariamente a lo que algunos afirman, fue un accidente indeseado por Mitre y los suyos, pues no sólo interrumpió y complicó la consolidación de su proyecto de organización nacional sino que lo puso en riesgo, por la impopularidad de la contienda.

    Es también insostenible la hipótesis de que la Guerra de la Triple Alianza fue promovida por Gran Bretaña y que los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay acataron sumisamente su interés de que Paraguay se incorporara al libre comercio, y así disponer del algodón que las hilanderías industriales inglesas necesitaban, a partir de las dificultades con su habitual proveedor, Texas.

    Porque lo cierto es que éste había sido reemplazado, a cañonazos, por Egipto. Y las relaciones entre Brasil y Gran Bretaña estaban rotas desde que esta última bloqueara la bahía de Guanabara y apresara varios buques.

    Francisco Solano López, quien había sucedido a su padre, Carlos Antonio, en la presidencia del Paraguay, asumió una actitud agresiva como forma de superar la asfixia provocada por sus inmensos vecinos, Brasil y Argentina.

    Por ejemplo, erigiendo la fortaleza de Humaitá, que amenazaba con controlar la libre navegación del Paraná.
    En diciembre de 1864 y enero de 1865, tropas paraguayas tomaron posesión de varias fortalezas y poblaciones del Mato Grosso brasileño y, en abril de 1865, ocuparon la ciudad de Corrientes.

    Las acciones bélicas fueron iniciadas por López. Tanto fue así, que el secreto Tratado de la Triple Alianza se firmó recién el 1º de mayo de 1865.

    La situación política interior de Paraguay fue, y eso no aparece justamente valorado en los principales estudios sobre el conflicto, una de las principales causas de la guerra, pues López intentó, al mejor estilo de toda dictadura, una "huida hacia adelante" cuando se sintió presionado por una creciente opinión pública que reclamaba una organización constitucional, lo que hubiera significado renunciar a porciones importantes de su poder omnímodo.

    ¿Por qué ingresó la Argentina en la guerra? Lo cierto es que no tuvo otra alternativa. Sabiendo que Brasil estaba decidido a ella, lo que el futuro auguraba a nuestro país era un Paraguay ocupado por el Imperio y un Uruguay que, inevitablemente, sería devorado por tan insaciable expansionismo y, por ende, un desbalance geopolítico en la región intolerablemente desfavorable para nuestro país.
    ///...

    ResponderEliminar
  2. ///...
    Esas distintas motivaciones marcaron el espíritu bélico en ambos países: Brasil, galvanizado por la concreción de un antiguo proyecto expansionista; la Argentina, beligerante a contrapelo, obligada a serlo contra su voluntad.

    Muchos provincianos antiporteños, ansiando revancha por su derrota en la guerra civil, esperaron que el general Urquiza encabezara la reacción, soñando con otra triple alianza, esta vez entre los blancos uruguayos, las tropas federales argentinas y el Paraguay de López.

    Todo indica que hubo un guiño del entrerriano en ese sentido. (¡¿?!)
    Pero el arte de la guerra enseña la necesidad de debilitar al enemigo y el astuto Mitre sabía cómo conjurar a Urquiza.

    El imperio brasileño, su cómplice en Caseros, también conocía el punto débil del líder entrerriano.
    Diría un historiador brasileño: Urquiza, embora inmensamente rico, tinha pela fortuna amor inmoderado .

    Según José María Rosa, (¡¿?!) el jefe de la caballería imperial, general Manuel Osorio, le ofreció excesivos 13 pesos fuertes por cada uno de los 30.000 caballos que necesitaba para sus tropas. La emblemática caballería entrerriana se transformaría de un plumazo en un inofensivo grupo de jinetes desmontados. Negocio cerrado. Casi 400.000 patacones irían a las arcas del Palacio de San José.

    El apoyo popular al conflicto sólo se pudo lograr en Buenos Aires, donde sus notables se comprometieron, a tal punto de que los hijos del vicepresidente Marcos Paz y de Domingo Sarmiento perecieron en el campo de batalla.

    Las provincias, en cambio, consideraron que era un asunto ajeno a sus intereses. En Entre Ríos, el pendulante Urquiza convocó con engaños (¿¡?!)a algunos centenares de hombres que, advertidos de que su destino era el ejército, se sublevaron y desbandaron.

    Ricardo López Jordán, oficial de su máxima confianza y futuro verdugo, le escribiría: "Usted nos llama para combatir al Paraguay. Nunca, general. Ese es nuestro amigo. Llámenos para pelear a los porteños o a los brasileños. Estaremos prontos: esos son nuestros enemigos...".

    A principios de 1867 Mitre dejó el mando de las tropas aliadas al marqués de Caxias. Regresó a Buenos Aires obligado por la muerte de su vicepresidente Paz y las complejidades políticas de la sucesión presidencial.

    El creciente rechazo de la ciudadanía argentina al horror de la contienda, que se prolongaría a lo largo de un quinquenio, convenció al nuevo presidente, Sarmiento, de que era hora de retirarse.

    Una visión historiográficamente demagógica pretende consagrar a López como un héroe romántico, contrapuesto a la inhumanidad feroz de sus enemigos. Como si toda guerra no fuera inhumana y feroz y no consistiera en vencer y destruir al enemigo. Como si las hubiera humanitarias y moderadas.

    Lo cierto es que el Mariscal llevó la masacre de sus compatriotas más allá del límite que la lógica indicaba, por su obstinada negación a aceptar la derrota y rendirse.

    Su encuentro con Mitre en Yatayti Corá, el 12 de septiembre de 1866 no fue una propuesta de rendición, sino un inaceptable intento de acordar un armisticio en términos de igualdad, que le hubiera permitido consolidar sus conquistas territoriales cuando el resultado de la contienda era ya irreversible.

    No puede ni debe obviarse que su última frase, "¡Muero con la patria!", adquirió una realidad devastadora, ya que su obstinación suicida precipitó al Paraguay a una catástrofe social y demográfica: antes del inicio de la guerra, su población era de 1.300.000 personas; al final del conflicto sólo sobrevivían unas 200.000, de las que sólo 28.000 eran hombres, la mayoría niños, ancianos y extranjeros.

    Del poderoso ejército paraguayo de 100.000 soldados, en los últimos días sólo quedaban cuatrocientos.
    En la retirada, la paranoica sospecha de traiciones y conspiraciones contra su vida arrastró a López a cometer torturas, degüellos y fusilamientos de familiares, altos oficiales de su ejército y respetables asunceños que abogaban por la rendición.
    ///...

    ResponderEliminar
  3. ///...

    Para el imperio brasileño, que llevaría el peso de lo que restaba de la guerra y terminaría con la vida del mariscal López en Cerro Corá, el 1º de marzo de 1870, el paso siguiente fue adueñarse de los territorios en disputa y lo hizo, aprovechando su posición dominante, a espaldas del Tratado de Triple Alianza, que prohibía la negociación individual de los aliados una vez finalizada la guerra.

    En Buenos Aires ello provocó indignación y se llegó al riesgo de una guerra entre los ex socios, que pudo conjurar Mitre, ahora en funciones diplomáticas.

    La Argentina sólo obtuvo, después de difíciles negociaciones y como magro premio, el reconocimiento de sus derechos indubitables al territorio enmarcado por los ríos Pilcomayo y Bermejo: la actual provincia de Formosa.

    Años después, en una polémica decisión, (Presidencia de J.D. Perón) se devolvieron trofeos de guerra conquistados por nuestro país, con lo que se condenó al sinsentido a los 25.000 muertos y los más de 100.000 tullidos, al gasto de nueve millones de libras esterlinas, que dejó exangües las arcas de nuestra patria, y a los miles de inmolados por la peste, importada por nuestros soldados sobrevivientes, que asoló a Buenos Aires.
    --------

    Comentarios en el Fb de José María B. del 15-08-13

    Gustavo Pedro Presas Podestá:

    ...el problema para la nación federal argentina fue, y es, la mentalidad de muchos porteños...

    Ver nota "Colonización Metropolitana" y otras afines en consultorariouruguay.blogspot.com...

    Gracias J.M.B. por la Reproducción de la nota de este consejero, del instituto Dorrego...

    no deja de ser esclarecedora para entender ciertas actitudes del gobierno de actualidad...

    Jorge Fernando L.:

    ...Hay que hacerlo leer a León Pomer. Y eso que preside el Instituto Manuel Dorrego, y tiene programas en la Radio Pública.

    ¿Cómo pueden darle aire a este defensor de Mitre?.

    Seguro que hace esto para congraciarse con el diario inglés con nombre argentino, ese que tanto te justa José María...

    ----------
    (s.e.u o.o m.i.:Edición y Reproducción asistida de CiC/gpPP

    ResponderEliminar

  4. Los Gobiernos de Brasil, Argentina y Uruguay, más que devolverles pertenencias como "trofeos de guerra", deberían implementar un Programa de Desarrollo para la República hermana de Paraguay.

    El mismo se haría mediante, por ejempo, de un Plan de Financiamientoc a tasas cuasi subsidiadas, e implementando un Plan de Inversión, Análisis Productivo, Seguimiento y Ejecución con Profesionales de los tres países involucrados, y rentados por sus respectivos Gobiernos.

    Claro está, con la Participación de Gobierno, Instituciones y Técnicos del Paraguay, designados por su país y en consenso Democrático y Popular, para que constituya una reparación sensible y fraternal a su Pueblo.

    ............

    La Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC) estimaba en 6 672 631 habitantes la población de Paraguay en 2012, mientras que la población según el último censo del 2002 era de 5.163.198 habitantes.

    La densidad de población, de 16,4 hab/km²,96 es menor que la de la mayoría de los otros países de América Latina y su distribución a lo largo del territorio es muy irregular:

    las zonas más densamente pobladas se concentran en la Región Oriental, mientras que el resto del territorio se encuentra débilmente ocupado.

    ............

    (s.e.u o.o m.i.): CiC - CrU, OFe / gpPP.

    ResponderEliminar