Apuntes de la Víspera.
Entrerríos y la Hermana República de Paraguay.
“Es este un documento de singular interés, rescatado de la Biblioteca
Nacional de Río de Janeiro -
(Colección Río Branco), precedido de un concienzudo y bien meditado
estudio preliminar.
Contribución de indudable importancia para comprender la política
rioplatense, la autora lo ha efectuado como en otras
oportunidades, revisando varios archivos brasileños, a más de nacionales, y de
una selecta bibliografía de ambos países y de Paraguay y Uruguay.
Todo ello lleva a perfeccionar el conocimiento de la diplomacia de las
cuatro naciones aludidas, en un momento harto delicado, tratado por la autora
con claridad, amplitud y y auténtico rigor científico.
El estudio preliminar analiza la posición del Presidente Paraguayo
Carlos Antonio López frente al levantamiento de Urquiza, y los esfuerzos de éste
por embarcarlo en la alianza contra Rosas.
La falta de visión política del mandatario de Paraguay evitó su definición,
aislando a su país de un movimiento general que lo habría hecho participar
activamente en las cuestiones internacionales, debido a una serie de factores
entre los cuales se contaba su desconfianza para con Urquiza.
El rechazo de Carlos Antonio López motivó varios intentos hasta
que la capitulación de Oribe en octubre de 1851 aventó aquellos recelos.
Fue entonces que López se decidió, aunque
tardíamente, a negociar su adhesión, en lugar de otorgarla sin más trámite; y para ello confió la misión a
don José Berges, uno de los más talentosos hombres de Estado del Paraguay,
entonces joven y casi desconocido, pero indudablemente dotado de las muchas
condiciones requeridas para participar en las tareas de Gobierno.
Una semblanza de
Berges está avalada por el juicio de Efraím Cardozo, que lo califica como el único paraguayo de talla internacional después de Francisco Solano López y muerto el Dr. Juan Andrés Gelly.
Si su padre murió en
los calabozos del tirano Francia, el hijo correría similar suerte, siendo Ministro de
Relaciones Exteriores del Paraguay, fusilado por López en 1868, acusado por
éste de traidor a la patria, como los más allegados servidores y parientes del
déspota, incluyendo sus propios hermanos…
La misión Berges, por lo retardada
que se produjo, no dio los resultados apetecidos, quedando marginado Paraguay
de la política platense; pero quedó como fruto de la misma – para nuestro
interés – este Diario ahora exhumado, que obligatoriamente le impulsó el
Presidente López a llevar.
Sería largo extractar
todos los interesantísimos detalles que Berges ofrece sobre el estado de Entre
Ríos y sus consideraciones al respecto; por lo que vamos a copiar únicamente
unos pocos datos.
Llegado a la ciudad de Paraná el 23
de noviembre de 1851, fue recibido por el Gobernador Delegado don Antonio
Crespo, a quién retrata como sencillo,
apreciador y bondadoso, y describe
así a Paraná:
La ciudad es cuando
más, igual a Corrientes, ha perdido en importancia mercantil a medida que
Gualeguaychú y Concepción del Uruguay han adelantado, por la mayor cantidad de
frutos que se depositan en estas ciudades, y por el impulso que ha dado a su
comercio los vapores de la carrera del Uruguay.
Añade:
No he podido saber la
población de Entre Ríos por falta de censo. Me han dicho que si ejército puede
llegar a 8.000 hombres, la mayor parte caballería. No tienen más de dos
batallones de 400 plazas y un trozo de artilleros. Su marina es tan escasa que
puede decirse que no tienen buques de guerra.
En lo que consiste la
fuerza de esta Provincia es la unión de sus habitantes y en el amor y confianza
que tienen en su gobernante.
Las tropas están
siempre licenciadas, pero se reúnen con una facilidad admirable en un punto
señalado al primer aviso de sus jefes, llevando un caballo de tiro y fardados a
su costa.
(Seguramente se
refería al Campamento de arroyo Calá, una ubicación geográfica estratégica en
los límites del Dpto. Uruguay, lugar de reunión de los combatientes desde los
días de Pancho Ramírez).
Dos días después Berges pernoctó en
una posta ubicada en el centro de Montiel, y anota otra particularidad del
momento:
El maestro de posta
era a su juicio uno de los antiguos
bandoleros que infectaban la campaña entrerriana, hoy sujetos y morigerados
bajo la acción del brazo firme del Gobierno.
Conoció
al General Urquiza luego en Gualeguaychú, de regreso de su campaña en el Estado
Oriental, dando sus órdenes y aprestado de día el ejército, que debe expedicionar al occidente del Paraná, y
de noche entregado a bailes y diversiones.
La impresión que el
Gobernador causó a Berges fue inmejorable:
Me recibió con mucha
bondad. Es recomendable por su sencillez y franqueza este primer hombre de la
República Argentina.
Sus modales, su llaneza,
hasta su aspecto es de paraguayo…
Llegado a Montevideo, el diplomático
paraguayo corrobora su impresión:
El régimen de esta
República es muy diferente al de la vecina Provincia de Entre Ríos, donde hay
respeto al Gobierno, orden y seguridad individuales…
Extenso y fuera de
lugar sería seguir transcribiendo las prolijas observaciones y comentarios de
don José Berges, por lo cual concluiré con esta reflexión del Diario personal
(24 de enero de 1852):
En todo ha tomado el
General Urquiza una política inversa a la del General Lavalle. Cuando la
invasión a Buenos Aires de este desgraciado General escribía a cada momento a
sus amigos de Montevideo, los más de ellos argentinos, el progreso de sus armas
o el resultado de cualquier movimiento de su ejército.
Esto daba lugar
ocasión a largas conferencias, palabrería sin fin, murmuraciones, choques de
pareceres en pro y en contra.
Le escribían largas
cartas, le daban consejos y remitían planes de campaña a distancia de 100
leguas sin haber pasado por esos lugares y sobre todo sin conocimientos
militares.
Estos inoportunos
remitidos de nada podían servir al General, y solo sacaba pérdidas de tiempo en
leerlos.
El General Urquiza, por el
contrario, nada ha escrito desde el pronunciamiento de Santa Fe.
Por cartas particulares
se sabe que todo el ejército Aliado está en las inmediaciones de Areco en muy
buen orden y con rigurosa disciplina.
Los hablantines de
esta ciudad no están muy conformes con este silencio, que les priva el gusto de
charlar.
Cabe acotar finalmente que el relato
de Berges está enriquecido por esclarecedoras notas con las cuales se amplían
las referencias del Diario.
…………………..
Notas ex pos:
El Desbande de Toledo:
Fue una deserción masiva de soldados argentinos reclutados en la Provincia de Entre Ríos para luchar en la Guerra dela Triple Alianza
contra el Paraguay.
Las anteriores guerras de los entrerrianos contra el
centralismo de Buenos Aires y la antipatía contra el Imperio del Brasil, exacerbada
por lo ocurrido en el Sitio de
Paysandú, (Bombardeo de la Escuadra Brasileña) generaron un sentimiento general
contrario a la guerra al enterarse que se los convocaba para luchar contra el
Paraguay.
Eso había producido una primera deserción masiva el 3
de julio de 1865 en el campamento de Basualdo.
Luego de que Justo
José de Urquiza convocara una nueva
reunión de reclutas se produjo su deserción masiva el 8 de noviembre de 1865 en
el campamento del arroyo Toledo, afluente del río Mocoretá en el actual Departamento Federación, cerca de la frontera con la provincia de
Corrientes.
..........
Desbande de Basualdo
(...) que la gente se reunirá donde V. E. ordene, pero no quieren ir para arriba.
Y menos, iniciar una guerra contra Brasil, - que al pensador a distancia y de escritorio se le escapa por los anhelos de su raciocinio - que constituía un Imperio o pretendía afianzarse como tal, para lo cual, no sólo la Banda Oriental apetecía, sino que, dado el caso, podría haber ocupado, al menos, la Mesopotamia...
En cuyo caso, poco nos habrían extrañado los representantes de los intereses, imperialistas de dinero, de la Aduana de Buenos Aires, sus Ganaderos, y su pretendida Patria Chica, que entonces era realmente circunscripta a una región que delimitaban las fronteras que imponían los pueblos originarios...
..........
Desbande de Basualdo
El Desbande de Basualdo fue una deserción masiva de soldados argentinos reclutados en la Provincia d Entre Ríos para luchar en la Guerra
de la Triple Alianza contra el Paraguay.
Las anteriores guerras de los entrerrianos contra el centralismo de Buenos
Aires y la antipatía contra el Imperio del Brasil, exacerbada por lo ocurrido
en el Sitio de Paysandú, generaron un sentimiento general contrario a la guerra
al enterarse que se los convocaba para luchar contra el Paraguay. La deserción
se produjo el 3 de julio de 1865 en el campamento ubicado junto al arroyo
Basualdo, Departamento San José de Feliciano, , límite de Entre Ríos con la
Provincia de Corrientes.
Antecedentes
Luego de la Invasión Paraguaya de Corrientes, el gobierno y la prensa de
Buenos Aires temían que el ex presidente y caudillo entrerriano Justo José de Urquiza se aliara con el
presidente paraguayo Francisco Solano
López y juntos intentaran invadir Buenos Aires para derrocar a Bartolomé Mitre,
antiguo enemigo de Urquiza.
Los temores se disiparon cuando Urquiza escribió al
presidente argentino el 28 de abril de 1865 ofreciendo su colaboración:
Es de buen soldado saber obedecer, como pretendió saber mandar. Esta
ocasión ha llegado y la sabré aprovechar.
Mitre agradeció a Urquiza, lo nombró comandante de la Guardia Nacional en
Entre Ríos y jefe de la vanguardia, y le ordenó reunir un ejército de 5.000
hombres. Para esto ordenó el 29 de abril la convocatoria a la Guardia Nacional
en Entre Ríos, quedando solo exceptuados los ancianos, médicos, abogados y
jefes de oficinas. Los reclutas debían reunirse en cada departamento y luego
trasladarse a Concepción del Uruguay.
Urquiza decidió convocar a 8.000 soldados en el campamento del arroyo Calá, Departamento Uruguay, y respondió el 29 de
abril al ministro Juan Andrés Gelly y Obes:
Puede V.E. asegurar al Sr. Presidente que el ejército entrerriano se reunirá
en breve con todo el ardor que ha puesto siempre al servicio de la patria.
Los batallones Urquiza y Entrerriano que custodiaban
Concepción del Uruguay al mando del jefe político coronel Pedro M. González se
integraron a la convocatoria, que también incluyó a los pardos y morenos de 20
a 30 años y a todos los vagos y sujetos con penas correccionales.
Entre otros
contingentes se hallaba la División Victoria, con 650 hombres al mando
del coronel José María León.
El 11 de mayo de 1865 los reclutas salieron del Campamento del Calá
llegando el 21 de mayo al Yuquerí, a 5 leguas de Concordia de
donde continuaron hasta el arroyo Basualdo. Allí los esperaba la división de La
Paz, compuesta por 9 escuadrones al mando del coronel Antonio Ezequiel Berón.
Los reclutas carecían de todo: armamentos, vestuarios, vituallas y caballos, ya
que poco antes Urquiza había vendido 30.000 caballos al Brasil.
Urquiza pensaba
reunir sus fuerzas con las de Wenceslao Paunero, que operaba sobre el río
Paraná en Corrientes, e intrigaba sobre el jefe paraguayo Wenceslao Robles,
quien había avanzado hasta Goya. De quien esperaba se pronunciara contra López.
El 11 de junio se produjo la Batalla del Riachuelo, un combate naval en que la
flota brasileña destruyó la escuadra paraguaya cerca de la ciudad de
Corrientes. El 24 de junio Mitre ordenó a Urquiza avanzar sobre el río
Corrientes.
Desbande
El sentimiento anti-guerra en Entre Ríos se materializó en acciones
concretas de desacreditación, lo cual fue reprimido por el gobernador de Entre
Ríos, José María Domínguez, quien el 9 de mayo hizo detener en Concordia a Juan
Coronado, ex secretario de Urquiza, por desacreditar la causa nacional de una
manera subversiva.
El 13 de junio los jefes políticos de los departamentos
recibieron orden de vigilar a los que se ocupan en anarquizar a los
ciudadanos que defienden la causa nacional.
Como Paunero no obedeció la orden de Urquiza, éste concertó una
entrevista con Mitre en Concordia y se dirigió allí el 3 de julio. Mitre se
había embarcado para Concordia el 17 de junio para reunir allí a las fuerzas
aliadas.
A la salida del general Urquiza diversos oficiales incrementaron sus
intrigas sobre las tropas, incluso repartiendo bebidas alcohólicas.
Los rumores de que Urquiza había abandonado a las tropas pasaron de boca
en boca:
Compañeros: el Capitán General se ha ido a su casa y es necesario que
nosotros también nos vayamos. No sean tontos; no se dejen engañar.
Los jefes, general Ricardo López Jordán y los coroneles Manuel
Navarro, Domingo Hereñú y Manuel Caravallo, intentaron contener la
deserción, pero muchos reclutas se fueron gritando
¡Viva Urquiza y muera
Mitre!.
Reacción de Urquiza
Durante la madrugada, mientras Urquiza se hallaba pernoctando en la
estancia de Gregorio Castro, recibió la noticia del desbande y retornó
rápidamente al campamento.
Cuando llegó uno 3.000 soldados se habían ido y el
resto se proponía hacerlo en breve.
Urquiza ordenó fusilamientos, (*), hizo formar a
las tropas y las arengó recordando sus triunfos y que la patria exige ir a
la guerra, pero su prestigio no logró contener las deserciones en las
noches siguientes.
El 7 de julio Urquiza decidió licenciar a todos los soldados y
convocarlos nuevamente a reunirse en el Yuquerí a las órdenes de Miguel Galarza.
López Jordán escribió a Urquiza desde Paraná el 31 de julio:
Usted nos llama para combatir al Paraguay. Nunca general; ese es nuestro
amigo. Llámenos para pelear a porteños y brasileños. Estamos pronto. Eso son
nuestros enemigos. Oímos todavía los cañones de Paysandú. Estoy seguro del
verdadero sentimiento del pueblo entrerriano.
(...) que la gente se reunirá donde V. E. ordene, pero no quieren ir para arriba.
Otros jefes expresaron lo mismo, como el coronel Juan Luis González,
quien escribió a Urquiza el 19 de setiembre que si esta marcha no es contra
Mitre, ellos no salen de sus departamentos.
López Jordán fue acusado de la deserción y algunos mitristas pidieron a
Urquiza su fusilamiento, pero en esa ocasión, el gobierno central se abstuvo de
represalias contra los sublevados.
Justo Carmelo de Urquiza escribió a su padre desde Concordia:
...que si los hacen marchar se sublevarán las divisiones ... poniendo al
frente a Ricardo López Jordán marcharán a favor del ejército paraguayo en
contra de los aliados.
Urquiza volvió a reunir unos 6.000 soldados de las fuerzas provinciales,
que tenían fama de excelentes tropas de caballería, pero éstas se volvieron a
desbandar (Desbande de Toledo) el 8 de noviembre de 1865. Esta segunda
deserción fue duramente reprimida con el auxilio de tropas brasileñas y
uruguayas.
(*):
El propio Fermín Chávez, como destacado historiográfico, - influyendo con sus hipótesis en el mismo Gral. Perón - no soslaya su intelectualidad animada ideológicamente del sentimiento de su propia formación, Epigenética, en el ambiente familiar de origen Sanducero radicada en Entre Ríos....
“Todas las formas de la historia son militantes.” Lo decía el historiador, poeta y periodista Fermín Chávez....
Pero se le escapa, como todo revisionista ex pos, lejos de la vicisitudes del escenario real, y de las circunstancias de ese tiempo, que el hombre depositario de la confianza y prestigio bien ganado, Urquiza, consideraba su misión Organizadora de la República cuasi concluída, y su fortaleza, en todo caso, servía de tal garantía..
Consecuente con ello, pacificó sus combatientes integrandolos al trabajo y progreso de una destacada Provincia. Abogó así, por la Paz definitiva de la Nación, en todo caso, permaneciendo fiel custodio de ella...
Y como valiente guerrero, militar triunfador y estratega brillante, no estaba en su ánimo individual guerrear al Paraguay, y no mandó fusilar a los desbandados...
(*):
El propio Fermín Chávez, como destacado historiográfico, - influyendo con sus hipótesis en el mismo Gral. Perón - no soslaya su intelectualidad animada ideológicamente del sentimiento de su propia formación, Epigenética, en el ambiente familiar de origen Sanducero radicada en Entre Ríos....
“En la escuela provincial me
enseñaban que el héroe era Urquiza y el demonio López Jordán. Sin embargo, en
mi familia la versión era la contraria. Mi abuela era de Paysandú y con dos
hermanas logró escapar del sitio de 1875. Se fueron a Entre Ríos, como muchas
familias de la provincia, y contaban una historia distinta.
Cuando
avanzó el tiempo y me interesé en la historia, en la década del ’50, decidí ir
a investigar a los archivos. De allí
nació un libro mío muy documentado, que es Vida y muerte de López Jordán
(publicado en 1957). De esa misma investigación salió más adelante Vida de
Chacho (Peñaloza). La muerte de Urquiza no fue un asesinato planificado, fue
producto de un enfrentamiento que él provocó”, recordaba Chávez...
“Todas las formas de la historia son militantes.” Lo decía el historiador, poeta y periodista Fermín Chávez....
Pero se le escapa, como todo revisionista ex pos, lejos de la vicisitudes del escenario real, y de las circunstancias de ese tiempo, que el hombre depositario de la confianza y prestigio bien ganado, Urquiza, consideraba su misión Organizadora de la República cuasi concluída, y su fortaleza, en todo caso, servía de tal garantía..
Consecuente con ello, pacificó sus combatientes integrandolos al trabajo y progreso de una destacada Provincia. Abogó así, por la Paz definitiva de la Nación, en todo caso, permaneciendo fiel custodio de ella...
Y como valiente guerrero, militar triunfador y estratega brillante, no estaba en su ánimo individual guerrear al Paraguay, y no mandó fusilar a los desbandados...
Y menos, iniciar una guerra contra Brasil, - que al pensador a distancia y de escritorio se le escapa por los anhelos de su raciocinio - que constituía un Imperio o pretendía afianzarse como tal, para lo cual, no sólo la Banda Oriental apetecía, sino que, dado el caso, podría haber ocupado, al menos, la Mesopotamia...
En cuyo caso, poco nos habrían extrañado los representantes de los intereses, imperialistas de dinero, de la Aduana de Buenos Aires, sus Ganaderos, y su pretendida Patria Chica, que entonces era realmente circunscripta a una región que delimitaban las fronteras que imponían los pueblos originarios...
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Notas de actualidad: ED, Paraná, Domingo 11 de Agosto de 2013 Hs.
Invitado por Cristina
Urribarri va a la
asunción del presidente de Paraguay
El gobernador Sergio Urribarri confirmó que, invitado por la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, asistirá el jueves 15 a la asunción de Horacio
Cartés como presidente de la República de Paraguay.
Allí, el mandatario
entrerriano aprovechará la ocasión para ultimar los detalles para la ceremonia
de restitución de pertenencias del caudillo nacional paraguayo Francisco Solano
López que están en poder de la Provincia de Entre Ríos luego de un derrotero
por manos privadas durante más de un siglo.
“La restitución de estas
propiedades del ilustre mariscal Francisco Solano López es el gesto con el que
Entre Ríos busca pedir perdón desde lo simbólico, por el daño que ocasionó a la
gran nación paraguaya, esa vergüenza nacional que fue la Guerra de la Triple Alianza.
Es lo que los entrerrianos podemos hacer hoy para mostrar que lamentamos
mucho lo ocurrido y expresar nuestro respeto a la gesta de Solano López en el
Paraguay, que es el mismo respeto que le profesamos a Artigas por su gesta en
la Banda Oriental”, dijo el gobernador.
Urribarri atribuyó siempre gran importancia a este trámite de
restitución del mobiliario perteneciente a Solano López, a tal punto que uno de
los primeros decretos de su segundo mandato, el 5406 del 12 de diciembre de
2011 establece la voluntad de devolver dichos elementos.
Durante la Guerra de la Triple Alianza, entre 1865 y 1870, los ejércitos de la Argentina y del Brasil, alineados con los intereses del Imperio Británico en la región, aniquilaron a casi todos los hombres adultos del país, llevando dolor y miseria al pueblo paraguayo de lo que aún quedan claros vestigios y consecuencias.
“Nuestra decisión de realizar
esta restitución de manera pública y con modalidades de ceremonia de Estado es
reveladora de una voluntad política de construir la amistad de nuestros países
sobre la verdad aunque ésta sea cruel y vergonzante para nosotros.
Los entrerrianos queremos ser parte activa de ese reconocimiento y de
esa reconciliación profunda y por eso esta iniciativa provincial que tiene el
apoyo de los dos países y de los dos presidentes”, expresó el gobernador.
DETALLES.
DETALLES.
El mobiliario fue adquirido por López en Alemania y confiscado por la
aduana de Buenos Aires al terminar la Guerra de la Triple Alianza. Los
elementos fueron rematados siendo adquiridos por Anarcasis Lanús que fuera
legislador y emisario de Bartolomé Mitre en Paraguay.
Recién el 11 de febrero de 1985 el gobierno de Entre Ríos aceptó el
legado de dichos muebles efectuado por la señora Juana Dorila Iraizoz en 1969.
Desde entonces esos muebles fueron expuestos en el Museo Martiniano Leguizamón.
El decreto firmado por Urribarri en 2011 considera además una falta de
respeto al hermano país la exposición de propiedades del Mariscal Solano López
que fueran sustraídas al término de la triste contienda y ordenó el retiro de
la exhibición pública y el inicio de los trámites de restitución.
(La autenticidad de las pertenencias fue verificada en relatos y registros históricos luego de una importante investigación.)
.....................
(La autenticidad de las pertenencias fue verificada en relatos y registros históricos luego de una importante investigación.)
.....................
(s.e.u o.o m.i.): Edición y reproducción asistida de Cic - CrU, OFe / gpPP
En base a Notas y Archivos privados y públicos, Diarios, Escritos de la Sra. Vidaurreta de Tjarks, Wikipedia, etc.
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Pacto de San José de Flores:
(Reproducido de Wikipeda) ///...
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(Incorporado el 17-08-14): CiC - CrU, OFe / gpPP.
Comentario
CiC – CrU, OFe / gpPP: (último, publicado 12-08-14 /14, 15 hs.)
Paraguay
y Entrerríos…
Anécdota Histórica de Pueblos Hermanos…
Después
del triunfo de Cepeda se firmó el Tratado de San José de Flores, lo cual
significó la preponderancia de Urquiza sobre el ejército comandado por Mitre,
en aras de sus nobles designios bregando por la Unión Nacional…
El
General Francisco Solano López, realizó a tales efectos una exitosa Gestión
mediadora el 11 de noviembre, cuando se logra el Pacto de Urquiza con los
Porteños…
Entonces,
Urquiza, notable guerrero y mayor pacificador, íntimamente reconocido por dicha
Gestión, nombra al General Francisco Solano López para constituirse, - quien
consintió, complacido -, Padrino de una de sus Hijas…
Se
trataba de Flora, quién luego fuera esposa de don
Gregorio José Soler, de una afamada familia patriótica de Buenos Aires…
El
devenir histórico daría un curso dramático a las relaciones públicas y al
accionar personal del Mariscal cuando luego, presidiendo Paraguay, habiendo
invadido Brasil, es envuelto en la Gran Guerra que resultó de cuasi exterminio
de su pueblo...
Es en esa
epopeya y durante la cual, imbuido de una mística de poder a cualquier costo, elimina
a cientos de personas, familiares, consejeros, lugartenientes, etc. que suponía
traidores a su causa, persistiendo en desarrollar una acción tan avasallante y
patriótica como mesiánicamente temeraria...
Así
fueron las terribles consecuencias, genocidas, que hubo de sufrir la nación
paraguaya tan cara al sentimiento entrerriano…
También,
de esto se comprende, luego, las vicisitudes espirituales del Gobernador
Urquiza, entre el dilema de abortar Constitucionalmente su Obra de Nación
Organizada, desobedeciendo al Presidente Mitre, o atenerse al designio nacional
constitucional...
Tal como
procedió institucionalmente, no sin advertencias y con alguna manifestación renuente,
como soslayar la participación en la guerra de sus lugartenientes principales, incluido
López Jordán, aunque no pudo evitar e hizo cumplir con medido rigor la
disciplina militar ante el desbande de propia tropa que rechazaba una guerra
fratricida contra el Paraguay…
Mitre,
incluso con anterioridad a la declaración argentina, llegó a mantener en la
provincia de Corrientes, - para el caso invadida por tropas paraguayas -, una
reunión negociadora, finalmente infructuosa, para aventar el ánimo belicista
desatado por Brasil contra sectores de Uruguay y a los que salió a defender el
mariscal López…
Aquí se
aprecia una vez más, la insidia de Mitre armando el brazo Oriental del
degollador Flores, sector que incitando con su rebelión Luso Uruguaya motivaba
el apoyo paraguayo al otro sector, lo que daría
el pretexto para la Triple Alianza…
Como se
entiende también, más tarde, ya Mitre en la Presidencia, el conchabo de los
militares uruguayos, de tal cuño de calaña asesina, para combatir a los
caudillos Federales del norte oeste argentino...
Las mismas
que hicieran antes, apoyando al ejército mitrista en la emboscada de Cañada de
Gómez contra las tropas del propio ejército de Urquiza, así como también la
inédita ejecución de militares de todo rango, tomados prisioneros, en el sitio
de la Heroica Paysandú …
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(s.e.u
o.o m.i.): CiC - CrU. OFe / gpPP
Ver notas
y comentarios afines en http://consultorariouruguay.blogspot.com
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Pacto de San José de Flores:
(Reproducido de Wikipeda) ///...
Urquiza avanzó rápidamente sobre la ciudad; en su camino envió a la
ciudad varias proclamas pacifistas, como la que decía:
"Vengo a arrebatar el poder a un círculo que lo ejerce en su
provecho para devolverlo al pueblo, que lo usará para su prosperidad. Al fin de
mi carrera política, mi única ambición es contemplar desde el hogar tranquilo,
una y feliz, la República Argentina, que me cuesta largos años de crudas
fatigas... Vengo a ofreceros una paz duradera bajo la bandera de nuestros
mayores, bajo una ley común, protectora y hermosa."
Urquiza
Aunque hubiera podido entrar a Buenos Aires por la fuerza, prefirió
acampar cerca de ella –en el pueblo de San José de Flores– desde donde inició
negociaciones. Durante todas las tratativas, Urquiza mantuvo la amenaza de un
inmediato asalto a la ciudad, con lo que el 8 de noviembre obtuvo la renuncia
de Alsina.84
Como consecuencia de complicadas negociaciones –durante las cuales
ofició de mediador Francisco Solano López,
hijo del presidente paraguayo– el 11 de noviembre se firmó el Pacto de San José
de Flores, también llamado de Unión Nacional, entre Urquiza y el
gobernador provisional Felipe Llavallol.
El mismo establecía que Buenos Aires se declaraba parte integrante de la
Confederación y renunciaba al manejo de sus relaciones exteriores, pero
revisaría la Constitución de 1853 por medio de una convención provincial y
propondría reformas a la misma.
Se declaraba nacionalizada la Aduana de Buenos Aires,
pero la Nación compensaría los ingresos de la provincia de Buenos Aires durante
cinco años, en la medida en que fueran inferiores a los del año 1859. Una
cláusula que no fue incorporada al Pacto pero que fue acordada de palabra entre
las partes establecía que la reincorporación de la provincia a la Nación se
haría después de finalizado el período presidencial de Urquiza.84
Muchos federales del interior estuvieron en desacuerdo con el Pacto:
desde su punto de vista, Urquiza había llegado a San José de Flores como
vencedor, y había negociado como si él hubiera sido el vencido; en vez de
castigar a la provincia por su rebeldía, se la había premiado. Uno de los críticos
fue el general Ricardo López Jordán,
uno de los jefes vencedores en Cepeda.85
........................
(Incorporado el 17-08-14): CiC - CrU, OFe / gpPP.
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