La
 ministra de Seguridad, Nilda Garré, consideró de “enorme importancia” 
la detención del narcocriminal colombiano Henry de Jesús López Londoño, 
alias “Mi Sangre”, por la noche del martes 30 de octubre, en la 
localidad bonaerense de Pilar.
Garré aseguró que la 
investigación conducida por la Secretaría de Inteligencia (SI), contó 
con el apoyo de las Fuerzas Federales de Seguridad y la Policía Nacional
 de Colombia demandó más de tres meses, con seguimientos, 
entrecruzamientos de llamadas y vigilancias encubiertas.
"La 
captura de este hombre, uno de los jefes del cártel colombiano Los 
Urabeños, es estratégica para continuar con la lucha transnacional 
contra el narcotráfico. No hay dudas que López Londoño ingresó al país 
con identidad cambiada", afirmó la titular de la cartera de Seguridad.
El capítulo argentino de la fuga de este delincuente se inició con una 
contacto telefónico entre Garré y su par de Defensa de Colombia, Juan 
Carlos Pinzón, quien tres meses atrás le solicitó recibiera a una alta 
autoridad policial colombiana, ya que habían detectado que López Londoño
 se encontraría en la zona de Nordelta.
Un equipo de la policía
 colombiana llegó al país poco después para colaborar con la 
identificación de lugar en que se ocultaba el jefe narco y fue recibido 
por Garré. El Juez Federal Norberto Oyarbide determinó entonces que la 
investigación recayera en la SI, que terminó deteniéndolo por la noche 
del miércoles.
El sindicado capo narco fue trasladado por la 
mañana desde la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía 
Federal Argentina a los tribunales de Comodoro Py en un operativo 
policial supervisado por el secretario de Seguridad, Sergio Berni. Allí 
será indagado por el magistrado Sebastián Ramos a cargo del Juzgado 
Federal N° 2.
“A partir de que tuvimos el mínimo indicio que el
 narco más importante del mundo podría estar en la Argentina, la 
Presidenta de la Nación ordenó que todo el aparato del Estado se ponga 
en movimiento para dar con este hombre”, señaló Berni.
Las 
autoridades de la Policía Colombiana habían llegado al país tres meses 
atrás para comenzar a trabajar en forma conjunta con la SI y las Fuerzas
 Federales en la captura del sospechoso, a quien tenían ubicado en la 
zona norte del conurbano.
Berni destacó el resultado de las 
tareas de inteligencia que demandaron “un gran esfuerzo humano” para 
capturar a “un hombre extremadamente peligroso, no sólo por su historial
 sino por el tipo de organización narcocriminal que construyó en 
Colombia y en otros países de Sudamérica”.
 
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